Sé tu misma sin compromiso. No te conformes con menos. No sigas el camino que los otros te han marcado. Vive tu vida a imagen de un ideal más elevado. Tomatelo a lo grande. Haz tus sueños realidad. No dependas de nadie. Enfréntate a lo que te aterra. No perdones. Que nadie dependa de ti. Mejor sola que mal acompañada. Nunca olvides. No te arrepientas de lo que hiciste, sino de lo que no pudiste hacer.
Haz todo eso y de aquí a cuarenta años suplicarás para que vengan dos desconocidos a venderte una enciclopedia a casa y puedas charlar con alguien, mientras fumas tabaco barato sin filtro rezando por que el cáncer llegue antes que el alzheimer. Antes de que te arrebaten lo único que te quedará: el recuerdo de todas las veces en las que te despertaste al lado de alguien pensando en que no era lo que estabas buscando, o todas las veces en las que alguien se fue de tu lado antes de que amaneciera. Felicidades, lo has conseguido, y nadie podrá reprocharte nada. Cruzas la meta en solitario. Te acompaña sólo tu orgullo y tu ego. Has ganado.
Sigue aspirando el humo... con más fuerza por favor.
( No estábamos muertas, volvimos del infierno)
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